Cuando Ataulfo Ruz Atencia, aquejado de incontinencia, irumpió por una
urgencia en nuestro concierto de Plasencia, repugnole la presencia de
una que otra inconsistencia al proferir la desinencia de género y hubo
pendencia.
Y sin embargo en Altafuya otro, que si esa idea era suya y luego
Catalañazor, donde se desmayó un señor, nos aplaudieron con fervor,
creyéndonos en su candor dignos de semejante honor.
Ya sea Gijón o Extremadura le llevamos la emoción más pura,
en Cuernavaca o en Morón artesanía hecha canción,
en Orihuela o en Barrantes música fiel, sin conservantes,
en Sabadell o en Elegido de nuestra garganta a su oído.
Ya está aquí Mundo Chillón, quiere llamar la atención
de su cerebro, de su corazón, de su pelvis y su billetera
finja pasmo y estupor eso será lo mejor.
Eso será lo mejor.